Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caída de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.

Paul Auster: El palacio de la Luna

1 comentario:

Mariela Torres dijo...

Pero, ¡qué belleza! Sí, el amor suele operar ese milagro.