Declaración de distancia.

Yo siembro dudas y eso molesta. La cultura, sea de izquierda o de derecha, afirma, da esperanzas y para eso hay un gran público y ya todos aplauden y compran y hacen clic en me gusta. Nos encanta que nos digan cosas lindas o que la culpa la tenga otro. Nos encanta repetir las palabras, volver sobre las mismas ideas pensadas hace cien años o doscientos. A nadie le gusta que le digan que lo que chorrea del bife no es jugo sino sangre y menos aún que un poroto, una lenteja o una nuez sean fetos. No, no, para eso sirve la ideología humana, sus palabras, para protegernos de la realidad y prometernos un destino aséptico e impalpable aquí en la tierra como en el cielo.
 Porque la razón que todo destruye nos salvó de la selva pero nos devolverá a la jungla.
Como me decía mi mamá: deja de pensar en esas cosas, mejor es no pensar en nada. Ella me quería.
 Sé que estoy solo, pero es mi verdad. No me asusta el silencio.

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